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Bodega Santa Julia. El temblor mendocino


José Alberto y Julia, padre e hija, liderando Santa Julia, en Maipú y Santa Rosa - Mendoza.

Doctor, mi hijo no se queda quieto, no para un segundo, ¿qué puedo hacer?, seguro es una frase que escuchaste o leíste alguna vez.



Esto que, puede ser un problema o un trastorno, quizás en otros casos, esa hiperactividad es una bendición o una virtud.


Cuando veo a la familia Zuccardi y observo su línea de tiempo, veo esa conducta: no hay manera que se queden quietos, no paran, son así como un temblor, un movimiento constante propio del pedemonte, que no deja de sorprenderme.


Tienen una curiosidad insólita, la necesidad de asumir desafíos y una gran capacidad de innovar y adaptarse a nuevas situaciones y tendencias de consumo. En esta última charla con José Alberto Zuccardi, su familia y su equipo, lo reafirmo.




ADN Zuccardi

Dicen que los abuelos crean la empresa, los hijos la hacen crecer y los nietos destruyen todo.

Definitivamente, este no sería el caso.

En 1950, el Ing. Alberto “Tito” Zuccardi, padre de José Alberto, comenzó a experimentar con nuevos sistemas de riego en Mendoza, y en 1953 lo puso en práctica para demostrar a los productores de la región su funcionalidad.

Hacia 1982 comenzaron a elaborar vinos de calidad y en 1990, llegaron las primeras exportaciones.


En 1999 fue la primera bodega en certificar viñedos orgánicos, y en el 2001 la primera en abrir un Centro de Visitas con restaurante propio. Y desde ahí, nunca más paró.


Hoy, bajo el management de José Alberto y la co-dirección de sus hijos Sebastián, Julia y Miguel, 3era generación, han refundado su proyecto, en el que cada uno comanda un negocio nuevo y diferente.

Miguel al frente de su proyecto de aceites de oliva de calidad, Sebastián liderando la bodega en el Valle de Uco, y Julia, desde sus fincas de Maipú y Santa Rosa, (Mendoza) una nueva bodega exclusiva para vinos naturales, un área de turismo, hospitalidad y desarrollo social, todo bajo el marco de un proyecto sustentable y sostenible de gran tamaño.

Sin duda, hay algo, en el ADN Zuccardi, que tiene que ver con la pasión por el trabajo, el amor por Mendoza y por sus vinos.


Los vinos

Hoy con un portfolio que va desde los vinos naturales y orgánicos, pasando por vinos ligeros y de sed, hasta la experimentación con cepas tradicionales europeas vinificadas al estilo “argentino”, bajo su línea innovación textual, afianzan su presencia en el mercado local tanto como la penetración en los mercados externos.


Además, siguiendo la tendencia de los formatos portátiles, la bodega fue pionera en el vino en lata así como el bag in box, para responder a esas ocasiones en las que nos gusta beber un vino accesible, de consumo diario y de calidad, en ocasiones descontracturadas o informales.



La línea de vinos naturales, se inspira en los animales que habitan la granja que tienen en su finca, junto a la huerta. La Vaquita (un clarete), El Burro (malbec), La Oveja (torrontés), El Zorrito (el naranjo), son algunos de los animalitos que viven en la granja y dan nombre al portfolio.


“Es verdad que los vinos naturales son aquellos que tienen la menor intervención enológica, pero también son los que requieren el mayor cuidado durante todo su proceso, especialmente en su elaboración al quedar desprotegidos ante bacterias y oxidantes. Los controles de laboratorio son diarios, y los cuidados son extremos, nada queda librado al azar, la enología de calidad no es azarosa nunca”, me aseguró Rubén Ruffo, Gerente de Enología de Bodega Santa Julia.


Mucho más que vino orgánico

Santa Julia es un proyecto basado en la sustentabilidad y la sostenibilidad. Una producción agrícola centrada en el cuidado de todo el ecosistema: el respeto por la biodiversidad, la salud de sus suelos y de las personas que lo integran. Y no es un slogan, es una realidad contrastable con hechos.


Viveros Humus Compost


Cuenta con 400 hectáreas de viñedos orgánicos certificados por Letis y composta 10 mil toneladas anuales de residuos orgánicos que se utilizan como fertilizante.

El 100% del agua que utilizan en el proceso de vinificación es reutilizado en el riego de los viñedos, en sus plantas para tratamiento de efluentes; experimenta con más de 35 cepajes originarios de distintas regiones del mundo y desconocidos en la Argentina, instaló un parque solar de 13 hectáreas con un total de 11.500 paneles, entre otros desarrollos dentro de su proyecto.



El compromiso con la gente



Comprometida con el cuidado de la comunidad, Emma Zuccardi, abuela de Julia, hace más de 50 años se encargó del desarrollo social de la zona, creando centros de costura (al inicio en su casa) para las esposas de los trabajadores.


“El cuidado de nuestra gente fue algo que comenzó mi abuela Emma, que siempre tuvo muy claro que el vino es un producto artesanal y que la impronta que le dan los trabajadores en el viñedo, llega hasta la botella y trasciende. Por eso armó espacios para la educación, salud, recreación y asistencia de las familias que trabajan con nosotros en las fincas”, sostiene Julia Zuccardi.

Julia hoy está a cargo de Hospitalidad y Turismo de la bodega y continua el legado: creó y gestiona 2 jardines maternales, 1 CEN (programa de finalización de estudios para los trabajadores), centros deportivos y culturales abiertos tanto a los colaboradores como a familias de las comunidades cercanas a sus fincas.


Por todo esto, Bodega Santa Julia, es un destino a visitar si viajas a Mendoza, para tomar sus vinos, disfrutar sus aceites, y su cocina regional con las increíbles empanadas al horno a leña de la “Chacha”, gran cocinera e integrante de la familia.

Felicidades por tantos logros y por muchos más.

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