Campari y 10 más

¿Dónde y cuándo comenzó, la saga de estos amargos vestidos de rojo furioso? Por muchos años, las únicas referencias de los rojos fueron Campari y Aperol. Hoy las góndolas y las barras están repletas de opciones, la mayoría producidas en toda Italia.

Turín, cafés y vermut

En el siglo XVIII, Turín se convertía en la cuna del aperitivo italiano, que en aquellos años era el vermut rosso. Beber vermut era una costumbre, que marcó un antes y un después en el estilo de vida de la sociedad italiana, una forma de consumo que más tarde traspasaría fronteras, culturas y generaciones. Pero, el vermut no iba a estar solo mucho tiempo, pronto llegaría otro aperitivo.

En 1828, Gaspare Campari nacía en Cassolnovo, Pavía, en una humilde familia de campesinos.  A los 14 años dejó el hogar paterno en búsqueda de un futuro mejor. Trabajó de lavaplatos y camarero, antes de trabajar como maestro licorista.

Analítico y emprendedor, Gaspare conocía el hábito de beber vermut y sabía que lo verdaderamente importante, era la experiencia en sí misma.

En aquellos años, los cafés eran reductos de encuentro, que elaboraban y servían sus propios licores, amargos y vermuts. La producción industrializada de alcoholes, tal como hoy la conocemos, no existía, y el mercado estaba dominado por bebidas artesanales creadas por los dueños de los locales donde se consumían.

Si querés saber más, lee la nota: El vermut, tan vigente como los Rolling Stones.

La receta original

En Novara, Gaspare creó su taller, su laboratorio donde luego de mucho experimentar, alcanzó su receta original que llamó “Bitter all’uso d’Holanda”, bautizado así al principio, por estar inspirado en un tipo de bitter al estilo de los que se bebían en Holanda. Más tarde se llamaría bitter Campari, sellando la creación con su apellido, como prueba de autenticidad.

Más allá de crear una bebida inconfundible, Gaspare hizo algo totalmente nuevo, que fue pensar en un bitter para beberlo de aperitivo, un pre dinner, en lugar de un digestivo. Ese fue su gran twist, su contribución innovadora, siempre pensando en la experiencia.

Su receta secreta, ha permanecido inalterable durante más de 150 años. Sólo sabemos que se trata de una infusión en alcohol y agua de hierbas, frutas y plantas aromáticas.

Con una graduación de solo 25º, se caracteriza por su  inconfundible color rojo, el “rojo Campari”; un marcado carácter herbal, toques de naranja, algo amaderado, y un sabor, agradablemente “dolce amaro”, combinado con una hermosa textura aterciopelada.

Por todo esto, y por su fuerza y versatilidad es elegido por generaciones de bartenders, siendo el ingrediente clave de muchos cócteles clásicos, como los legendarios Americano o Negroni; el Old Flame, de Dale Degroff; o el Jungle Bird, de Jeffrey Ong.

Si querés saber más sobre el Negroni, lee la nota: El Americano que llegó a Conde.

De tal palo tal astilla

Si Gaspare Campari fue el creador del bitter, su hijo Davide fue el verdadero impulsor de la marca Campari.

Él inauguró en 1904 la primera planta de producción en Sesto San Giovanni (Milán). Davide era un visionario adelantado en su época.

Hasta ese momento, los maestros licoreros eran celosos guardianes de sus elixires y para probar su bebida, había que, forzosamente, hacerlo en sus propios locales.

Davide hizo todo lo contrario. Él ofreció a otros cafés la posibilidad de vender su bitter, con una única condición, colocar bien a la vista un cartel publicitario de Campari. Una idea genial, cuyo éxito está a la vista.

Luego siguieron decenas de recetas y marcas, todas con sus matices. Aperol, Select, Galliano, Contratto, Luxardo, Martini, Gamcia, Cappelletti, entre tantos.

Casi todos, fueron originalmente formulados e inspirados, en antiguas recetas de boticarios y vendidos como tónicos medicinales en el siglo XVIII, por las propiedades curativas de sus botánicos. Raíces secas (genciana o jengibre), cortezas (angostura, casia, canela), semillas o vainas (cardamomo, coriandro), capullos y estigmas (azafrán), frutas (cáscara de limón o naranja seca), infusionadas y conservadas en alcohol.

Así comenzó la historia que llevó a Campari a ser uno de los aperitivos más famosos del mundo, y el referente fundador de los “red bitters”, un tipo dentro del universo de los aperitivos junto al vermut, el anís, y otros.

Por eso Campari es único, por eso es titular indiscutido en la selección de bitters rojo, por eso, cuando armés tu barra, es Campari y 10 más.

Para no perder la costumbre te dejo la receta de unos clásicos contemporáneos con Campari u otro red bitter que elijas.