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La revolución verde llega al vino

Orgánica, biodinámica, sustentable y regenerativa. ¿De qué viticultura hablamos? Una de las tendencias más fuertes en el mercado del vino, como respuesta a la conducta y conciencia del consumidor ecológico.

 


El consumidor “verde”

Las generaciones más jóvenes son categóricas, creen que no es suficiente que las marcas reduzcan su huella ambiental, eligen aquellas que buscan dejar el planeta mejor de cómo lo encontraron.

 

La viticultura sustentable, orgánica o biodinámica son básicamente, tres líneas de trabajo que suponen medidas y acciones respetuosas y amigables con el medio ambiente. Son una estrategia comercial de diferenciación para las bodegas, considerando no sólo el gusto del consumidor con conciencia ecológica, sino además la dimensión y naturaleza de su proyecto y el mercado al cual dirigen sus vinos.

 

Podría decir que, la diferencia esencial entre ellas es que: ser biodinámico es una filosofía de vida, ser orgánico es una elección y ser sustentable y sostenible, casi una obligación. Más reciente es el concepto de viticultura regenerativa. Voy a intentar aclarar estos conceptos.

 

Sustentabilidad y Sostenibilidad. Un mandamiento

Se trata de una tendencia global, de la que ya nadie puede escapar. Es, prácticamente, un mandamiento, para empresas, organizaciones, incluso para los individuos que habitamos el planeta Tierra.

Si nos referimos específicamente a la vitivinicultura, la sustentabilidad es la gestión más eficiente posible de todos los recursos necesarios para el cultivo de la vid y la elaboración del vino. El cómo se produce es vital. Se debe garantizar la protección y preservación de los mismos recursos a las generaciones futuras.

 

Incluye una variedad de buenas prácticas agrícolas que buscan: la eficiencia energética y la reducción de la huella de carbono, la gestión sustentable de residuos y del agua, la implementación de energías renovables, el abordaje del cambio climático, etc.

 

Sustentabilidad y sostenibilidad van de la mano y, sobre todo, tienen el mismo objetivo: preservar los recursos de nuestro planeta. 

No obstante, la principal diferencia entre la sustentabilidad y la sostenibilidad es que, la primera se centra en los recursos y su uso racional, mientras que la segunda tiene en cuenta una serie de procesos que buscan un cambio integral que perdure en el tiempo e incluye los aspectos: social, económico, político, cultural y, desde luego, el medioambiental.

 

 

Orgánico. Una elección

Los vinos orgánicos, son aquellos que provienen de viñedos certificados como tal, de acuerdo a la legislación que se aplica en cada país.

La salud del suelo es la premisa clave en la viticultura orgánica. Es un sistema agrario cuyo objeto es la obtención de uvas de máxima calidad, respetando el medio ambiente y conservando la fertilidad de la tierra. Se apela a métodos de cultivo biológicos y mecánicos y se evitan los productos químicos de síntesis o agroquímicos, salvo excepciones.  Otras prácticas son: evitar la erosión del suelo, manejo de la fertilidad con compost, no alterar la flora y fauna del ecosistema, y otros.


Biodinámico. Una filosofía

La biodinamia se desprende de la antroposofia del filósofo austríaco Rudolp Steiner y aporta conocimientos de medicina homeopática y astrología para tratar a la finca de manera holística.

Tiene como pilares la biodiversidad del ecosistema, donde el viñedo es un organismo vivo, una granja autosuficiente donde conviven todos los vegetales y animales, y donde se trabaja al ritmo de la naturaleza y el cosmos.


En muchos aspectos es similar al cultivo orgánico, pero anexa el uso de un calendario biodinámicoque define los tiempos de los trabajos en el viñedo (cuando podar, cuando labrar), en consonancia con los astros y la luna

Y, algo peculiar, el uso de los preparados biodinámicos, que son la medicina de la tierra, elaborados con abono de los animales, sirven para nutrir y preservar el suelo.

 


Viticultura Regenerativa . La resiliencia

Es un paso más en la viticultura orgánica y ecológica. Primero la salud del suelo, segundo la biodiversidad y, por último, se enfoca en la resiliencia, procura sistemas que puedan soportar las tensiones del cambio climático, como sequías, inundaciones y nuevas plagas.

Es una nueva forma de pensar sobre cómo producimos vino. Al centrarse en la regeneración, podemos crear viñedos más saludables y resistentes, producir vinos de mejor calidad y además proteger el planeta.

 


Conclusión

La alternativa generalizada es la viticultura sustentable y sostenible, las otras alternativas orgánica y biodinámica están limitadas a proyectos de pequeña escala, pero abrazadas por un emprendimiento sustentable y sostenible.


Vemos a casi todas bodegas certificadas como sustentables y sostenibles, con viñas orgánicas y adoptando las prácticas regenerativas, y los proyectos biodinámicos siendo la excepción, y no por esto uno mejor que otro.

Son caminos, por donde la viticultura busca de la calidad, y como nunca antes, con un enorme compromiso por el cuidado de la viña, del suelo, de los recursos en su conjunto, del ecosistema y del planeta en su conjunto.

 

 

 

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