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Pan, vino y queso, la delantera favorita de la Copa América

La mayoría de las veces, que no sabemos que preparar para cenar, la opción de pan, vino y unos quesitos, es la solución perfecta. Por tal razón, debemos tener a mano, una selección de quesos, una rica baguette o brioche y desde luego, unos vinos en nuestra cava.

 


La leyenda

Como muchos productos o preparaciones culinarias, hay una historia o leyenda.

Sabemos que, este alimento acompaña al hombre desde su existencia. Cuenta la leyenda que un pastor árabe volvía a su morada con la leche de las ovejas dentro de una bolsa hecha con el estómago de un animal y, que después de caminar a pleno sol, al abrir la bolsa, la leche estaba cuajada, sólida, hecha un queso.

 

Sabías que…

Según la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO), la producción anual es de aproximadamente 22,2 millones de toneladas. USA es el primer productor (30%) y Grecia y Francia los que más consumen (27 y 23,6 kg/hab., respectivamente).

 

La variedad, ante todo

Si vamos a preparar una tabla de quesos, es importante tener un surtido atractivo.

En primer lugar, por tipo de leche (vaca, oveja, cabra, mezcla), tipo de pasta (dura, semidura, blanda) y por intensidad de sabor.

La variedad de colores, es una linda experiencia estética.

Si pensamos en quesos blandos o muy cremosos, cada comensal se debería servir en el momento.

Y no debemos olvidar los acompañamientos como frutos secos, dátiles, ciruelas o higos deshidratados, fruta fresca como manzana, pera o uvas, miel y jaleas, y siempre un rico pan.

 

Consejos para armar la tablita

Los quesos duros no se cortan, se desmoronan en pequeños trozos.

Es común servir en tablas de madera, pero los platos de loza son útiles también, para lucir los ingredientes. Las tablas de madera, son tradicionales, pero absorben la humedad del queso y a veces no son tan higiénicas.

Un consejo: retirar los quesos 30’ antes de la heladera para el consumo, van a estar más sabrosos.

 


Combinaciones tradicionales

Por raro que suene, los vinos blancos son perfectos para el queso, la acidez y frescura armoniza muy bien con el sabor láctico y el tenor graso de los quesos.

Solo ciertos tintos, con un tanino muy suave, maridan bien con quesos duros y muy grasos.


Algunos ejemplos regionales y tradicionales nos enseñan mucho.

  • Para los quesos de cabra como Crottin, Puligny o Saint Maure, un sauvigno blanc le va perfecto.

  • El Camembert, el Pont l´éveque o un Brie, todos quesos de vaca, son deliciosos con un chardonnay, un viogner o un pinot noir muy frutado.

  • Los quesos maduros, como Parmegiano-Reggiano, Manchego o Perorino, con un tinto suave, un malbec, un Rioja crianza o una barbera.

  • Para un queso picante y de sabor fuerte como el Munster o Reblochon, un riesling con cuerpo y aromático.

  • Si disfrutan de una Burrata con tomate y albahaca, o el Feta en la clásica ensalada griega, u otro queso fresco y suave como el Campesino colombiano, o el Telita o el Llanero venezolano, para ellos, un vino blanco fresco y aromático como el pinot gris, el verdejo o el albariño.

 

La Fondue con amigos

Una reunión con amigos y una Fondue es un súper programa. En el país alpino donde se originó este plato, se marida con la cepa emblemática suiza, la blanca chasselas.

Una buena alternativa, es apelar a la costumbre francesa, y probar con chardonnay como lo hacen en las regiones de Jura y Savoie.

Además, la fondue nunca tuvo nada de refinado, el hecho de comerla con trocitos de pan tostado es simbólico; recuerda a las épocas de hambruna y del pan duro, donde la premisa era la solidaridad de todos los comensales que compartían la olla en el centro de la mesa.

Los quesos de la receta son el Gruyère y el Emmental.

 

Dulce + Salado. Cuando los opuestos se atraen

He aquí un matrimonio perfecto cuyo paradigma, es el famoso Roquefort y el vino dulce Sauternes.


El queso azul es graso y salado; por eso nada mejor que un vino dulce, para contrarrestar esa nota salina, y un vino de una delicada acidez, para ayudar a la cremosidad del queso.


Podemos probar con un vino dulce de cosecha tardía u otra opción que encuentras en la tienda y una porción de queso azul.


Siguiendo la costumbre inglesa un Stilton con Porto. Hay otros quesos azules como el Gongonzola italiano o el Cabrales español.

 

La combinación de vinos y quesos, es una de las experiencias gastronómicas más ricas y divertidas; además de práctica y didáctica, que nos permite descubrir todos los atributos de un vino y aprender a catar.

 

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